Vuelvo a enfrentarme cara a cara con lo mismo a lo que me enfrenté el 12 de febrero de hace dos años.
La tristeza.
Ahora mismo no siento nada, no me fijo en nada y permanezco impasible con todo lo que pasa a mi alrededor.
Mi mirada, sin quererlo, se pierde. Se pierde intentando buscar a alguien que se ha marchado para siempre tomando rumbo al cielo, pero que no ha dejado de custodiar mi corazón.
No. No dejaré que eso ocurra nunca.
Espero que ahora estés en un lugar bonito, donde seas muy feliz y no tengas que preocuparte de nada, porque te lo mereces.
Gracias por hacerme reír. Gracias por hacerme pasar esos veranos tan divertidos contigo y con la abuela, que necesita que la mimes desde allí porque está muy muy triste.
Gracias por todo y sobre todo gracias por existir. Sin ti nada hubiese sido igual.
Nunca te olvidaré, ni yo ni nadie de los que te conocemos.
Espero que ahora estés en un lugar bonito, donde seas muy feliz y no tengas que preocuparte de nada, porque te lo mereces.
Gracias por hacerme reír. Gracias por hacerme pasar esos veranos tan divertidos contigo y con la abuela, que necesita que la mimes desde allí porque está muy muy triste.
Gracias por todo y sobre todo gracias por existir. Sin ti nada hubiese sido igual.
Nunca te olvidaré, ni yo ni nadie de los que te conocemos.
TE QUIERO MUCHÍSIMO ABUELO