Si, ahora te miro y veo la felicidad. Una felicidad
acumulada, que desea expresarse, que desea ser disfrutada por algún ser humano. ¿Por qué no podemos ser nosotros?
Si, te vuelvo a mirar y veo en ti tristeza, y entonces el
mundo se me viene encima, porque no puedo luchar contra ella, siempre es superior a todo.
Y si te vuelvo a mirar puedo vislumbrar una angustia
disimulada con una pizca de indiferencia, pero los sentimientos no se camuflan.
Y si ahora miro en mi interior veo un corazón pequeño, que
adora los pequeños detalles de la vida, nuestros detalles; y que odia las
extravagancias de los amores pasajeros de los humanos de hoy en día.
Si sigo mirando veo como recorres mi mente. Mañana, tarde y
noche, te das largos paseos por mis pensamientos e incluso a veces te doy el
privilegio de manipularlos.
Pero si sigo mirando dentro de mí encuentro un atisbo de
tristeza por no tenerte. Por no poder coger tus manos, por no poder abrazarte y
decir que hay algo en ti que me pertenece; porque yo no sea esa chica que
tienes miedo a perder.
Y después de observar miro hacia un futuro imaginado, en el
que caminamos juntos y me das la mano.
Me abrazas y todo acaba al final, en la
última nota de esa canción que tus dedos improvisan en el piano donde se encuentra aquella felicidad emergente del principio del relato.
4 comentarios:
Ya se llegará a esa felicidad
Un beso
aww :')
llegara llegara. Ten fe :3
Seguro que esa felicidad tan esperada esta a la vuelta de la esquina :) Ya llegara seguro..
Besos*
me gusta la frescura en tu relato.
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