11.11.2012

Never felt like this before.


Nos quedamos solos. Mientras tú te despedías de tu amigo yo te observaba, eras tan perfecto. No me podía creer que ese momento estuviese ocurriendo de verdad, solo tú y yo en aquel lugar rodeado por el mar. Empezamos a pasear, recuerdo que intercambiamos un par de palabras y sonrisas un tanto incómodas. Nos miramos, y note cómo tu mano poco a poco se iba acercando a la mía, noté el roce de tus dedos y la calidez de tu piel, y cómo por dentro un mar de sentimientos me abrumaba.
Sin decir nada seguimos caminando mientras tú esbozaban una leve y tímida sonrisa con las comisuras de tus labios.
Nos paramos, el viento nos daba en la cara. Tú me mirabas mis ojos y yo miraba los tuyos. Te fuiste acercando más y más hasta que pude sentir tu aliento. Mientras me abrazabas noté el roce de tus labios sobre los míos. Me besaste y yo te besé a ti. No sabría describir todo lo que sentía en ese momento, pero sobre todo estaba completamente segura de que te quería, de que la espera no había sido en vano.

De repente escuche un “¡No!” a lo lejos, dejaste de besarme y me agarraste; volvimos a escuchar a misma voz diciendo “Esto es real no puedes despertarte”; me agarraste más fuerte, pero fue inútil.
Abrí los ojos y allí estaba, tumbada en la cama, en pijama y en frente ese cuadro de Nueva York que hay en la pared de mi habitación. Miré la hora, 11.15 am, todo había sido un sueño, fruto de mi imaginación. 

Quise llorar, pero no pude. Te quiero, pero no me vale solo con los sueños, te quiero en la realidad. Te necesito conmigo y necesito que esos sueños algún día no conviertan la realidad en una pesadilla en la que no quiero vivir. 
Quiero que esos sueños se conviertan en realidad y los sueños sean eso, solamente sueños.


No hay comentarios: