Rojo.
Negro.
Bus.
Taxi.
El centro de Londres estaba limitado por esos dos colores que inundaban las avenidas.
Y la Lluvia.
Regueros de agua se colaban por el alcantarillado Londinense, después de haberse deslizado por los paraguas que cubrían a todos aquellos que evitaban mojarse.
Era un día gris, pero a su vez limpio y puro.
Un día que te hace reflexionar.
Un día en el que, pensamiento que te viene a la cabeza, pensamiento que intentas dejar a un lado.
Y se te acumulan las palabras.
Los sentimientos.
Las emociones.
Las lágrimas.
Y sobre todo, tus propios errores.
Y Esta vez no hay nadie que te envié un mensaje.
No hay nadie que te diga, “Grace, mira hacia delante”.
Porque, aunque parece que todo está perdido, destrozado, hecho añicos; el mundo sigue girando.
Aunque permanezcas quieta, todo sigue su curso.
Rojo.
Negro.
Bus.
Taxi
6 comentarios:
Vaya que magnifico blog, me fascina, la entrada te quedo de maravilla. Te sigo. Besos. Te espero en el mio.
noestoyniparatiniparanadie.blo....
Encantador,
triste,
real.
Simplemente increíble :)
Me encanta Londres, espero poder visitarla muy pronto;) Me encantó lo que escribiste, tan lleno de sentimientos.
Besos!
Has tocado una fibra sensible mia. Londres es mi ciudad favorita del mundo.
Un besazo!
Sí, el mundo sigue. Sobre todo en Londres, pues ya sabes que lleva un ritmo frenético. En ninguna parte del mundo éste gira más rápido que allí :)
Besos de cristal
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